Todos los días hago lo mismo: me levanto a las siete en punto, me baño, me cepillo los dientes, me peino y luego voy al comedor de estudiantes a tomar el desayuno.
Por ejemplo actividades como cocinar, bañarnos, los trayectos al trabajo, ir al gimnasio, poner una lavadora, fregar los platos o cepillarnos los dientes son tareas repetitivas que realizamos a diario o casi a diario.