Existe una relación simbiótica entre la región y el mundo desarrollado, y muchos de nuestros ciudadanos abandonan la región para ayudar a mantener el modo de vida del mundo desarrollado.
En el Capítulo VIII de la Carta se sienta la base para una relación simbiótica entre las Naciones Unidas y las organizaciones regionales en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.