Y aunque veinticinco años después de la desaparición de los humanos, muchas ciudades todavía se mantendrían en pie, estas se cumbrirían de vegetación que nacerían entre las grietas del pavimento.
De pronto tuvo la ilusión de que el ave saltaba de su plato sobre el pavimento con el tenedor y el cuchillo clavados en la pechuga, y rodaba hasta llegar a sus piececitos.
¡Oh sorpresa! ¡Oh felicidad! De pronto tuvo la ilusión de que el ave saltaba de su plato sobre el pavimento con el tenedor y el cuchillo clavados en la pechuga, y rodaba hasta llegar a sus piececitos.