Se queman porque antiguamente, los carpinteros tenían la tradición de quemar objetos viejos para despedir el invierno y dar la bienvenida a la primavera.
Muchos de ellos tienen presupuestos millonarios, pero al igual que hacían los carpinteros en el pasado, todos acabarán quemados en la noche del 19 de marzo.
Al oírse llamar fideos por tercera vez perdió Gepeto los estribos, se arrojó sobre el carpintero, y de nuevo se obsequiaron con una colección de coscorrones, pellizcos y arañazos.