Durante tres decenios se libró un conflicto armado en Aceh, hasta que fue evidente para ambas partes que la única salida de la trágica situación era la paz.
El considerable cuerpo se desplomó como si los estampidos y el humo lo hubieran roto, el vaso de agua se rompió, la cara la miró con asombro y cólera, la boca de la cara la injurió en español y en ídisch.