Lo peor es que, a menos que llegue ayuda antes del invierno, tememos que se avecine una segunda catástrofe para los millones de supervivientes y heridos que han quedado en la miseria.
Sólo el progreso en estas esferas decisivas permitirá que la población comience a ver y sentir los dividendos reales de la paz, después de las privaciones que ha sufrido a causa de un conflicto brutal.
Huyendo de las miserias de los jornaleros en los olivares del campo andaluz, la pareja se instaló en el Protectorado tras la guerra del Rif, en el año 26.