Las varillas típicas son las que se utilizan para reforzar el hormigón, los productos de ingeniería, los engranajes, las herramientas y una serie de productos utilizados en la industria de la construcción.
Se considera uno de los primeros ejemplos conocidos de un mecanismo de engranajes, pero lo misterioso es que tiene un nivel de miniaturización y complejidad que sólo se alcanzaría hasta el Siglo XIV.
Se trata de engranajes de diversos tamaños: a cada diez vueltas de la rueda de las unidades se mueve una vez la de las decenas, cada diez vueltas de las decenas equivale a una vuelta de las centenas y así sucesivamente.