En la educación de sus hijos, los progenitores no deben tratarlos de manera negligente, cruel, grosera ni humillante, ni abusar de ellos o explotarlos.
Ya sé de qué se trata, pero te ruego, querida Lizzy, que no me hagas sufrir culpando a esa persona y diciendo que has perdido la buena opinión que tenías de él.
Y el pueblo se juntó, el cual andaba murmurando de las bulas, diciendo como eran falsas y que el mesmo alguacil riñendo lo había descubierto; de manera que tras que tenían mala gana de tomalla, con aquello de todo la aborrecieron.