A la edad de seis años manifestó su interés por ser escritor y escribió una fábula inspirada en un fragmento de Don Quijote de la Mancha, la cual tituló La Vísera Fatal.
Entonces es como una tradición, a la gente que traemos acá al salar lo vendamos para que cuando estemos así, en el... o sea, literal, en el desierto de sal, que este todo el espejismo se vea increíble.
Si la mucha gana de pelear, señor caballero, no os gasta la cortesía, por ella os pido que alcéis la visera un poco, porque yo vea si la gallardía de vuestro rostro responde a la de vuestra disposición.