Dos palestinos murieron instantáneamente, y un tercero, que resultó herido, fue llevado por el colono ilegal a otro lugar, donde lo remató a quemarropa.
La mayoría de los hombres, mujeres y niños judíos deportados a Auschwitz eran enviados a morir en las cámaras de gas de Birkenau inmediatamente después de llegar.
La Relatora Especial informó de que a las mujeres del territorio palestino ocupado se les asesina o amenaza de muerte por mancillar el honor de la familia.
También celebramos que se siga progresando en la aplicación de la Asociación Mundial contra la propagación de armas y materiales de destrucción en masa, del Grupo de los Ocho.
Para ello amenazaban con matarlos, a ellos o a sus familiares, les privaban de libertad y los sometían a torturas y a malos tratos, amenazándolos con expulsarlos de sus empleos.
El otro es que, mientras no controlemos la epidemia, ésta seguirá propagándose y agravándose por decenios, causando la muerte de una cantidad increíble de personas y diezmando sociedades enteras.