También acoge favorablemente la propuesta de utilizar materiales y contratistas locales para la construcción de edificios destinados al alojamiento del personal.
Las condiciones fundamentales señaladas deberían haberse abordado antes de que el contratista iniciase las obras de construcción relacionadas con el refuerzo de la seguridad.
Es que el Estado peruano le otorgó la explotación de la mina a la Corporación Ananea, una sociedad anónima local, que a su vez alquila la explotación a unos 300 contratistas.