Después de Camboya, Rwanda, Srebrenica y Darfur, no podemos simplemente continuar diciendo “nunca más” sin socavar gravemente la autoridad moral de las Naciones Unidas y de su Carta.
Reiteramos la obligación de todos los Estados Miembros de abstenerse en sus relaciones internacionales de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza de cualquier forma incompatible con la Carta de las Naciones Unidas.
La Armada de los Estados Unidos sigue manteniendo en Vieques una estación de radar transportable, que opera más allá del alcance óptico y, según admite la propia Armada, es tan potente que puede alterar el clima.
De hecho, esta alomona es tan poderosa, que una sola flatulencia puede inmovilizar a múltiples termitas durante hasta tres horas, o incluso, matarlas directamente.
Finalmente, fuertes tormentas que descargaron su fuerza sobre Waverly (Virginia), también arrasaron diversas viviendas prefabricadas y dejaron a su paso dos muertos y varios desaparecidos.
Teniendo en cuenta que la bomba de hidrógeno es el arma lista para el combate más poderosa de cuantas dispone la humanidad, centrarme en ella no es más que natural, ¿no?