Haciéndose caso omiso de ese marco, en el informe se exhorta a la comunidad internacional a que asegure que “esas negociaciones comiencen inmediatamente”.
Ya no es posible hacer caso omiso del envejecimiento de la población mundial, independientemente de que se lo considere un fenómeno positivo o negativo.
Aureliano Segundo, convencido de que el tiempo echaría por tierra aquella alambrada hostil, prolongó la fiesta de la boda más allá del término previsto.
Ellas han podido brillar en la historia de la literatura a pesar de todo, ocupando un lugar irreemplazable y dejando un legado que jamás será olvidado.
Incluso si no lo consiguen, los países desarrollados pueden permitirse ignorar la oposición de los países en vías de desarrollo y forzar la aprobación de un plan.