Tarraco, la actual Tarragona, fue la primera fundación romana en ultramar y desde ella partió la romanización de la Península, convirtiéndose en la capital de la provincia Citerior.
Pues bien, el vasco no solamente es la única lengua prerromana paleohispánica que sobrevivió la romanización y latinización de la península ibérica, sino que también es la única lengua viva no indoeuropea de la Europa occidental.