Pero cuando vio la forma insensata en que despreció a un pretendiente que por muchos motivos era más apetecible que un príncipe, renunció a toda esperanza.
Judas estaba en el centro de un círculo de curiosos, bailando con la que le pagara, y habían tenido que poner orden para calmar las ansias de las pretendientas.
Leopoldo I aspiraba a que su hija se casase con el heredero de una importante casa real europea, pero, aunque tuvo muchos pretendientes, ninguno resultaba del agrado de Carlota.
Y como sé que esto es un hecho de gran felicidad, he accedido a la petición del pretendiente, don Diego Murquía, de comenzar este recital con una melodía dedicada especialmente para ella.
Una tarde de agosto, agobiada por el peso insoportable de su propia obstinación, Amaranta se encerró en el dormitorio a llorar su soledad hasta la muerte, después de darle la respuesta definitiva a su pretendiente tenaz