Como a la mayoría de los seres callados, le gustaba la gente habladora que deseaba hacer toda la conversación por sí misma y no esperaba que él participara en ella.
Vuestra grandeza imagine que no tuvo caballero andante en el mundo escudero más hablador ni más gracioso del que yo tengo; y él me sacará verdadero, si algunos días quisiere vuestra gran celsitud servirse de mí.