Recorrió el pequeño espacio que lo separaba de la cama y cubrió el cuerpo desnudo, que siguió debatiéndose como un gusano en espasmos cada vez más violentos.
Tanto Rey Díaz como Hines habían tenido ocasión de presentar sus respectivos proyectos y de debatir los detalles de los mismos con los miembros permanentes del consejo.
El Club del Debate de Avonlea, que celebraba reuniones quincenales durante todo el invierno, había tenido algunas pequeñas tertulias sin importancia; pero éste iba a ser un asunto de mucha trascendencia.