Es más importante contar con dirigentes clarividentes y políticas sensatas para que se obtengan resultados que satisfagan las aspiraciones de los ciudadanos.
Tenía los dientes perfectos, los ojos clarividentes, los pies reposados, las manos sabias, y cada hebra de su cabello era el preludio de una larga vida.
Sin embargo la Madre Shipton, una poderosa clarividente del siglo XVI, tenía el clásico aspecto asociado a las brujas: cuerpo encorvado, ojos saltones y enorme nariz aguileña.
Alta y ósea, de una inteligencia casi clarividente, era ella quien había criado a Sierva María. Se había hecho católica sin renunciar a su fe yoruba, y practicaba ambas a la vez, sin orden ni concierto.