Posteriormente, un equipo de investigación conjunto de los organismos de seguridad liberianos y la UNMIL determinó que el grupo de Bopolu estaba formado por cazadores que no eran originarios de esa zona.
El 21 de noviembre, un cazador grecochipriota hizo varios disparos contra una patrulla de la Fuerza dentro de la zona de amortiguación, cuando se le pidió que presentara su licencia de caza.
En la noche del 31 de mayo, grupos de cazadores tradicionales denominados “dozos”, armados de machetes y fusiles, atacaron las aldeas de Guetrozon y Petit Duékoué, cuyos habitantes eran predominantemente de origen gueré.
Todos los cazadores azuzaron a sus animales para que corrieran a la velocidad del rayo y consiguieron guarecerse en una posada que encontraron por el camino.