Claro está, Platero, que tú no eres un burro en el sentido vulgar de la palabra, ni con arreglo a la definición del Diccionario de la Academia Española.
He escrito al coronel Forster participándole nuestros arreglos y suplicándole que diga a los diversos acreedores del señor Wickham en Brighton y sus alrededores, que se les pagará inmediatamente bajo mi responsabilidad.