Abotonándose la gabardina hasta el gaznate, Fermín anunció que partía a toda prisa rumbo a su pensión con la intención de acicalarse para su cita con la Bernarda.
Estaba vestida de domingo con volantes de organza, y acicalada con afeites y bálsamos de moda, y lo único que tenía de loca era un sombrero de grandes alas con peces y pájaros de trapo.
Para Dunbar el acto de chismear es tan importante para los humanos, como lo es para los otros simios el acto de acicalarse y espulgarse: las personas que comparten chismecito forman vínculos de confianza y amistad más fuertes.