Su nombre es la versión femenina de Narciso, un joven muy hermoso y también muy creído que, al ver su propio reflejo en el agua y querer besarlo, cayó en el lago y se ahogó.
Pero hay algo, no sé qué es, que las hace parecer vulgares cuando están con Ana, aunque ésta no sea tan hermosa; es como si pusiéramos un narciso junto a las grandes peonías, eso es.