El secreto en torno a la fecha de la ejecución y el lugar del entierro tiene por efecto intimidar o castigar a las familias dejándolas deliberadamente en un estado de incertidumbre y aflicción mental.
El secreto en torno a la fecha de la ejecución y el lugar del entierro tenía por efecto intimidar o castigar a las familias dejándolas deliberadamente en un estado de incertidumbre y aflicción mental.
Pero la infantita no estaba allí; sólo vio unas prodigiosas estatuas blancas que lo miraban desde sus pedestales de jaspe con ojos ciegos y labios que sonreían extrañamente.
No era difícil recordar cómo era el firmamento antes de que irrumpieran: una vasta y desolada extensión azul tan vacía como los rostros sin pupilas de las estatuas de mármol.
Al comienzo, el aprendizaje del chino me desconcertó bastante no solo por su sistema fonético, sino también por sus particularidades gramaticales: no existe la conjugación verbal ni artículos de ningún tipo.
Porque podría ser que al tiempo que ellos llegasen estuviese ella rastrillando lino o trillando en las eras, y ellos se corriesen de verla, y ella se riese y enfadase del presente.
Plutarco ha referido que Julio César lloró la muerte de Pompeyo; Aureliano no lloró la de Juan, pero sintió lo que sentiría un hombre curado de una enfermedad incurable, que ya fuera una parte de su vida.