Fue en fragante, no hubo lugar de tormento; concluyóse la causa, acomodáronme las espaldas con ciento, y por añadidura tres precisos de gurapas, y acabóse la obra.
Y yo pensando: " Si te dijese que estoy en mi casa con todo preparado: limpieza, el supermercado, la compra, el uniforme limpio, duchadita y esperándote sentada."