Cuando suenan las campanadas de la medianoche Cenicienta se sorprende de lo rápido que pasó el tiempo, huye velozmente y se queda en fachas a medio camino.
Pero a mitad del recorrido, Pulgarcito le dijo al hombre que le bajara con la excusa de que tenía que ir al baño, y a regañadientes, accedieron a dejarle bajar al suelo.