De cualquier modo, la compadezco porque debe de comprender que se ha portado muy mal, y porque estoy segura de que la preocupación por su hermano fue la causa de todo.
Antes, como siempre, le tejió a la niña la trenza solitaria que él mismo le soltaba antes de hacer el amor, y la subió en la mesa para hacerle el lazo de los zapatos del uniforme, que ella siempre hacía mal.